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Tutorial basico Vmware
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Tutorial basico Vmware
Comenzaremos pulsando sobre el ícono "New Virtual Machine". Con él lanzaremos el asistente que en cinco simples opciones estará listo para entregarnos nuestra máquina:
1) TIPO:
Al empezar elegiremos entre crear una máquina típica (con las opciones
recomendadas para la mayoría de los sistemas operativos) o una
personalizada, útil para quienes necesitan asignar configuraciones
especiales. Salvo que seamos masoquistas, nos decidiremos por la primera.
2) SO:
Llegó el turno de elegir nuestro sistema operativo. En el listado
tendremos prácticamente todas las versiones de Windows entre 3.1 hasta
un experimental Longhorn (Windows Vista); Linux en sabores Red Hat,
Suse, Slackware, Mandrake, Turbolinux o cualquiera bajo kernel 2.4 y
2.6 (funcionó genial con Knoppix); Novell Netware; Solaris en sus
estados 9 ó 10 e incluso Ms-Dos y FreeBSD.
Nadie se puede quejar por falta de variedad.
3) NOMBRE:
Asigna un nombre y una ubicación en disco a tu máquina. Usualmente,
cada máquina estará en una carpeta con el nombre especificado dentro de
Mis Documentos > My Virtual Machines.
Si tienes curiosidad por saber cómo funciona, VMware crea una carpeta y archivo
que tendrá todos los datos correspondientes a tu máquina virtual. De
esta forma, será muy fácil eliminarlas o removerlas, así como evitar
que cualquier virus u otra alimaña contamine el resto de tu sistema.
4) RED:
Esta es la parte que más me agradó. Puedes elegir a voluntad cómo
quieres que tu máquina se conecte a la red e incluso dejarla sin
conexión. Para la mayoría de los casos – y tener acceso inmediato a
Internet – bastará con elegir "Bridged Networking".
5) DISCO:
Primero, deberás especificar el máximo de espacio que permitirás
consumir a cada máquina virtual (por defecto son 4 GB, pero puedes
reducirlo en sistemas más antiguos).
Luego tendrás dos maneras de especificar cómo administrará este espacio: que ocupe la totalidad del espacio aún sin tener datos (más rápido pero más goloso)
o bien que vaya usando espacio a medida que lo necesite (el ideal de
los ahorrativos, pero reduce el desempeño).
¡Y ya está! Tras finalizar, tu máquina virtual estará configurada y lista
para recibir el sistema operativo que elegiste. ¿Supongo que no tiraste
esos viejos CD o disquetes de instalación que tenías, verdad? Los vamos
a necesitar...
Original de:http://www.mouse.cl/2006/productos/12/07/04.asp
1) TIPO:
Al empezar elegiremos entre crear una máquina típica (con las opciones
recomendadas para la mayoría de los sistemas operativos) o una
personalizada, útil para quienes necesitan asignar configuraciones
especiales. Salvo que seamos masoquistas, nos decidiremos por la primera.
2) SO:
Llegó el turno de elegir nuestro sistema operativo. En el listado
tendremos prácticamente todas las versiones de Windows entre 3.1 hasta
un experimental Longhorn (Windows Vista); Linux en sabores Red Hat,
Suse, Slackware, Mandrake, Turbolinux o cualquiera bajo kernel 2.4 y
2.6 (funcionó genial con Knoppix); Novell Netware; Solaris en sus
estados 9 ó 10 e incluso Ms-Dos y FreeBSD.
Nadie se puede quejar por falta de variedad.
3) NOMBRE:
Asigna un nombre y una ubicación en disco a tu máquina. Usualmente,
cada máquina estará en una carpeta con el nombre especificado dentro de
Mis Documentos > My Virtual Machines.
Si tienes curiosidad por saber cómo funciona, VMware crea una carpeta y archivo
que tendrá todos los datos correspondientes a tu máquina virtual. De
esta forma, será muy fácil eliminarlas o removerlas, así como evitar
que cualquier virus u otra alimaña contamine el resto de tu sistema.
4) RED:
Esta es la parte que más me agradó. Puedes elegir a voluntad cómo
quieres que tu máquina se conecte a la red e incluso dejarla sin
conexión. Para la mayoría de los casos – y tener acceso inmediato a
Internet – bastará con elegir "Bridged Networking".
5) DISCO:
Primero, deberás especificar el máximo de espacio que permitirás
consumir a cada máquina virtual (por defecto son 4 GB, pero puedes
reducirlo en sistemas más antiguos).
Luego tendrás dos maneras de especificar cómo administrará este espacio: que ocupe la totalidad del espacio aún sin tener datos (más rápido pero más goloso)
o bien que vaya usando espacio a medida que lo necesite (el ideal de
los ahorrativos, pero reduce el desempeño).
¡Y ya está! Tras finalizar, tu máquina virtual estará configurada y lista
para recibir el sistema operativo que elegiste. ¿Supongo que no tiraste
esos viejos CD o disquetes de instalación que tenías, verdad? Los vamos
a necesitar...
Original de:http://www.mouse.cl/2006/productos/12/07/04.asp
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